Ella se subió al subte, eran las seis de la tarde, suspiro, después de esperar que pasara uno lleno logro subir a otro vacío, entre empujones y insultos logro sentarse, en el medio de la fila de asientos.
Sin contar hasta veinte se lleno el subte, ya todos los asientos estaban ocupados y mucha gente viajaba parada. Tenia algo mas de veinte minutos de viaje hasta su casa, tenia un poco de frío aunque que enseguida se le iría, decidió por ese motivo sacarse el tapado para incomodidad de su compañera de viaje.
El la miro, con sus ojos grises, ella no se percato de su mirada hasta que acomodo su tapado y miro hacia arriba, el estaba ahí, observandola.
La rodilla de el sin querer toco la suya, inmediatamente pidio disculpas, ella le dijo esta bien y sonrió.
Era muy extraño, ella no le sonreía a gente en la calle, salvo en raras ocaciones, pero en este caso lo hizo, el había provocado una sonrisa que le había gustado.
El subte arranco y juntos emprendían un viaje de unas cuantas estaciones.
La mirada de el estaba en su pelo, ella lo sentía, por mas que intento concentrarse en la lista de cosas que debía comprar en la semana, ya que había cobrado el sueldo y quería comprar todo lo que no había podio adquirir a causa de cumpleaños y otros asuntos mas. Ella se atino a mirar de nuevo y ahí estaba el, sin sacarle la mirada de sus ojos, ella no respondió con una sonrisa esta vez ya que creyó que el simplemente pensaba.
Pero no era así, el la miraba y ya se había imaginado una vida entera al lado de ella. Su suéter gris con cuello de tortuga le encantaba como así también lo bien que le quedaba el pelo suelto, ya que minutos antes de verla por segunda vez ella lo llevaba atado.
Ella lo volvió a mirar y ya la irritaba, el no hacia otra cosa que tener sus ojos clavados en ella.
Automaticamente acomodo su bufanda en su escote, el se rió, ella lo tomo como que el miraba eso, el miro a otro lado.
El pensó que ella pensaba que el simplemente miraba su escote cubierto por su suéter en forma de cuello de tortuga, pero la observaba a ella y si bien era un lindo detalle no era lo que el había gustado.
Había algo en su mirada oscura que le encantaba.
Había algo en sus manos con sus anillos y apenas pintadas que le atraía.
Había algo en su boca pintada por brillo rosa que lo enloquecía.
El la miro fijo y le regalo una sonrisa.
Recién estaban en Facultad de Medicina.
Continuara...
-Los escritos de una princesa antes de ir a dormir-
posted by Chirli at 9:05 p. m.