Me pregunto donde estás y que hacés. Me pierdo en mi incertidumbre para escaparme de mis problemas sin respuesta.
Estoy entre el límite de decir las cosas y no decirlas, es una raya amarilla la que separa mis miedos y principalmente el no hablar.
Porque estalle hace unos días y nadie pudo curar mis lagrimas. Salvo vos, que a la distancia me decias que todo iba a estar bién.
Esa distancia traicionera que me hizo callar.
Que me hara hablar.
Porque algún día sabre que es lo que tengo que hacer. Siempre y cuando no sea demasiado tarde...
(Aunque creo que entre nosotros dos nunca es demasiado tarde)
Etiquetas: El
Espero sea bueno eso de que nunca sea tarde.
Lindo blog.
Saludos!
Tomate unas vacaciones. Venite a la llanura.